La colorimetría es un aspecto fundamental en varias disciplinas artísticas y técnicas, pero en micropigmentación tiene matices especiales que deben ser comprendidos con claridad. Mientras que en el ámbito del arte general la colorimetría se rige por ciertos principios básicos de combinación de colores, en micropigmentación esos principios deben adaptarse debido a la forma en que los pigmentos interactúan con la piel y los procesos físicos y químicos que ocurren a lo largo del tiempo, como la oxidación y la degradación. En este artículo, exploraremos cómo funciona la colorimetría en micropigmentación, y cómo puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y precisas al trabajar con diferentes tonos y mezclas de pigmentos.
¿Qué es la colorimetría en micropigmentación y por qué es importante?
La colorimetría es la ciencia que estudia los colores y sus combinaciones. En micropigmentación, su aplicación es crucial para entender por qué las mezclas de pigmentos producen ciertos tonos y cómo esos tonos pueden cambiar con el tiempo en la piel del cliente. Saber cómo y por qué ocurren estos cambios nos permite trabajar con mayor precisión y evitar errores que pueden ser difíciles de corregir.
La diferencia principal entre la colorimetría general y la de la micropigmentación radica en los efectos del tiempo y las reacciones químicas que los pigmentos sufren en la piel. Factores como la oxidación (que modifica el color del pigmento a medida que reacciona con el oxígeno) y la degradación (la manera en que el pigmento se descompone dentro de la piel) son únicos en este campo. Esto significa que los principios de color aprendidos en el arte tradicional deben ser ajustados a las necesidades y limitaciones de la micropigmentación.
Aplicaciones prácticas de la colorimetría en micropigmentación
Mezcla y combinación de pigmentos: Con una comprensión sólida de la colorimetría aplicada a la micropigmentación, podemos realizar mezclas responsables de pigmentos. Esto implica conocer no solo los colores que se obtendrán al combinar ciertos pigmentos, sino también los componentes de cada tinta y cómo estos interactuarán en la piel a lo largo del tiempo.
Correcciones de color: Un área clave donde la colorimetría nos ayuda es en la corrección de tonos no deseados. Por ejemplo, si un cliente tiene un pigmento que ha virado a un tono gris o azul, podemos aplicar la colorimetría para neutralizar este color con tonos cálidos como naranjas o rojos. No obstante, es importante recordar que no se trata solo de aplicar color complementario como en el arte tradicional; se deben tener en cuenta las partículas de pigmento y su reacción a largo plazo.
La importancia de evitar el azul en micropigmentación
Un ejemplo claro de cómo la colorimetría difiere en micropigmentación es el caso del marrón. En la colorimetría general, el marrón se puede crear mezclando los tres colores primarios: amarillo, azul y rojo. Sin embargo, en micropigmentación, el azul debe evitarse en la mezcla de marrones.
¿Por qué? Porque el pigmento azul en la piel tiende a oxidarse y degradarse de manera que puede volverse visible con el tiempo, resultando en tonos grisáceos o azules no deseados. Aunque en teoría podría parecer que agregar pigmento naranja neutralizaría este efecto, no es tan sencillo. Las partículas de pigmento azul, una vez en la piel, no se eliminan ni se ocultan completamente al agregar otros colores. Por lo tanto, si en un pigmento marrón encontramos azul, idealmente debe estar presente en una proporción mínima para reducir el riesgo de virajes indeseados.
Consejos para aplicar la colorimetría en micropigmentación
Conoce la composición de tus pigmentos: Antes de realizar cualquier mezcla, es esencial conocer qué pigmentos y qué tonalidades contienen tus tintas. Esto te permitirá anticipar cómo podrían comportarse con el tiempo.
Evita el uso excesivo de correcciones: Es tentador usar colores complementarios para corregir tonos no deseados, pero recuerda que en micropigmentación, menos es más. Cada corrección debe ser hecha con precisión, considerando la oxidación y cómo cambiará el pigmento en la piel.
Revisa los resultados a largo plazo: Algunos tonos pueden parecer correctos inmediatamente después de la aplicación, pero el verdadero test viene con el tiempo. Asegúrate de revisar el trabajo semanas o meses después para evaluar cómo ha evolucionado el pigmento y si es necesario algún ajuste.
Conclusión
La colorimetría aplicada a la micropigmentación es una herramienta poderosa cuando se comprende y se usa adecuadamente. Nos permite no solo obtener los colores deseados en nuestras aplicaciones, sino también evitar errores costosos y garantizar que los resultados se mantengan en el tiempo. La clave está en entender las diferencias entre la colorimetría tradicional y la de la micropigmentación, y en cómo los procesos como la oxidación y degradación afectan el comportamiento de los pigmentos.
Con esta información en mente, te invitamos a explorar más sobre el fascinante mundo de la micropigmentación y a aplicar estos principios de colorimetría en tu práctica diaria para obtener mejores resultados. ¡El conocimiento del color es una herramienta fundamental para todo profesional del PMU!
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